Sabrina Rojas dejó a su novio y blanqueó con Luciano Castro

Los protagonistas de "Valientes" se acercaron durante el verano, pero ella seguía de novia.

Foto: Gentileza Revista Gente

 

Durante todo el verano circularon por las hileras de carpas de Mar del Plata los rumores de un supuesto romance entre Luciano Castro y Sabrina Rojas, protagonistas de la novela y la obra de teatro "Valientes". Pero sólo ahora se confirmó la noticia. Sí, están juntos.



La pareja se dejó ver por descuido o cálculo premeditado a la salida del hotel de Mendoza donde se alojan el elenco de la obra durante su presentación en la capita cuyana. Ya en enero y febrero de este año, la pareja había compartido varias tardes al sol en el balneario "Guillermo" de Mar del Plata, pero siempre mantenían el misterio cuando les preguntaban por su relación.



Pero el romance entre Castro, de 35 años, y Rojas, de 29, quedó en evidencia durante la visita de "Valientes" a Mendoza, donde tenían pautadas dos funciones, según informó la revista Gente . Tanto es así que resolvieron compartir habitación en el piso 11 del Hotel Sheraton.



Por estos días, la pareja lleva una vida al margen del resto de los actores, y sólo se reúnen con ellos para cenar, aunque se sientan juntos hasta en la mesa.



Sin embargo, cuando empezaron a escucharse las versiones sobre el romance entre los actores, Rojas todavía estaba de novia con su pareja desde hacía cinco años, Juan Pablo, pero después de una crisis muy fuerte, ella decidió terminar la relación en febrero.



Él, por su parte, se mantuvo soltero después de terminar su relación de casi cinco años con la locutora Elizabeth Vernaci, y esquivó toda clase de rumores que lo ligaron a otras mujeres del ambiente. Prefirió quedarse solo junto al mar, con las visitas eventuales de su hijo, Mateo, de siete años.



Después de muchos "es sólo un compañero de trabajo" de parte de Rojas, y otros tantos "no soporta que se hable de su vida privada" que esgrimieron los amigos de Castro, pareciera ser que la relación tomó forma y los besos de la ficción serían cada vez más reales.

Fuente: Minutouno