Trucos Noticias y mas...: “Por mi exposición tuve algunas crisis de pareja”

Valeria Archimó

A poco de debutar sobre los escenarios cordobeses, la vedette redobla la apuesta profesional como coreógrafa de Gracias a la Villa. Sincera y sin prejuicios, confiesa cómo es la relación con su cuerpo, las consecuencias de su exposición y el motivo por el cual pospone un embarazo.

La temporada no explotó todavía, pero los telones empezaron a levantarse y las bellezas a lucirse arriba. Claro, Valeria Archimó (37) es de la partida. Su cuerpo, que parece tallado por un artesano, sus rasgos sensuales y el talento para el baile son sus marcas distintivas. Y desde el 18 de diciembre, el teatro Del Lago la recibe como vedette, junto a Ximena Capristo, de Gracias a la Villa. “Es una temporada muy especial para mí. No sólo voy a hacer lo que me gusta sobre el escenario. También soy la coreógrafa del espectáculo, y ése es un reconocimiento muy importante. Es un lugar que hace mil que vengo buscando y por el que luché, y es un logro maravilloso haber llegado a él. Eso sí, no me interesa mezclar las cosas en lo más mínimo. Separo lo que es mi trabajo como vedette de lo que es como coreógrafa. Y hago lo imposible para que mis colegas lo tomen así. Es más, a Ximena le dije que si quería, yo no dirigía sus cuadros. Que le daba el paso a la otra coreógrafa para evitar cualquier tipo de complicación o celos. Pero como la Negra es tan segura de sí misma, me afirmó que le encanta que dirija sus coreografías. Siempre me gusta hablar las cosas de frente. Estoy convencida de que es la mejor forma de evitar problemas y malos entendidos. Hace muchos años que soy coreógrafa, estuve en la cocina de muchos espectáculos, pero es la primera vez que lo hago siendo conocida. Me hice al lado de Reina Reech. Y tengo su misma escuela profesional. Sé que las críticas siempre van a estar dando vueltas, pero no me preocupan. Si nunca faltan”.
–Muchas vedettes reniegan de tener que mostrarse sexies, ¿cómo es en tu caso?
–Me gusta demasiado lo que hago y no soy pudorosa. En general, las bailarinas no solemos tener ningún rollo con mostrarnos de una manera u otra. Me gusta jugar a la mujer fatal. Cuando se abre el telón, tengo claro que parte de mi función es imponerme con la mirada, la presencia y el cuerpo, y no le escapo a eso. Igual, cuando me bajo soy una dama normal como cualquier otra. No ando seduciendo a todo el mundo. Estoy lejos de ser una comehombres. En cuanto llego a mi casa, lo primero que hago es bajarme de los tacos.
–¿Tuviste alguna crisis con tu marido por tu imagen pública?
–A esta altura del partido, mi esposo ya está curado de espanto. Pero reconozco que hemos tenido nuestras crisis por ese tema. Crisis que, por suerte, hemos superado. Toda la familia fue viviendo el crecimiento de mi carrera. Mi hijo de cinco años fue a ver todos mis shows. Hasta llegó a aprendérselos de memoria siendo nenito. Le gusta lo que hago. Cuando me piden fotos por la calle es el primero en posar. Y si no lo dejo, se enoja. Es mi verdadero fan número uno.
–¿Y te gustaría darle un hermanito a Teo?
–Me encantaría volver a ser mamá. Es un gran sueño, no voy a negarlo. Pero estoy en un momento muy importante de mi carrera, de mucha exposición, y eso me hace postergar la posibilidad. Para concretar una maternidad tendría que estar parada por más de un año. Sólo se puede bailar los primeros meses, porque después hay que tomar distancia del trabajo. Y hoy por hoy quiero dedicarme ciento por ciento a mi pasión, a mi profesión.