Tragedia de los Pomar: el Gobierno bonaerense afirma que sufrieron un "accidente vial común"

El vehículo estaba en un pastizal al borde de la ruta

Lo dijo el ministro de Seguridad bonaerense Carlos Stornelli. El auto en que viajaban los Pomar apareció volcado al lado de la ruta 31. Los cuerpos estaban esparcidos por la zona.

El ministro de seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, aseguró esta tarde que "no habría ninguna duda" de que el matrimonio Pomar y sus dos hijas murieron como consecuencia de un "accidente de tránsito común".

"De lo que se ha visto, no habría ninguna duda de que se trataría de un accidente de tránsito común", dijo el ministro en una rueda de prensa en el lugar en el que fue encontrado el Fiat Duna rojo de los Pomar.

Los cuatro integrantes de la familia Pomar aparecieron muertos en un descampado de la ruta provincial 31 cercano a la ciudad bonaerense de Pergamino y la policía sospecha que se habría tratado de una accidente.

De acuerdo con las primeras informaciones, el vehículo Duna Weekend rojo en el que viajaba la familia rumbo a Pergamino fue encontrado volcado al lado de un monte, en la entrada del pueblo Gahan, con los cuerpos de los cuatro integrantes de la familia dispersos en la maleza.

El hallazgo habría tardado en realizarse, pese a que la zona ya había sido rastrillada, por las dificultades que presentaba el terreno.

El ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, y el subsecretario de Investigaciones, Paul Starc, viajaron hacia el lugar. El auto y los cuerpos fueron hallados poco después de las 16.30 "a la salida de una curva", confirmó Starc.

 "Hay dos cadáveres de dos menores de edad fuera del vehículo y otros dos dentro del auto. Todo indica que se trató de un accidente de tránsito, que el auto no pudo superar una rotonda y siguieron de largo", dijo Stornelli.

En tanto, el jefe de la Policía bonaerense, Juan Carlos Paggi, afirmó que "se habían realizado entre cuatro y cinco rastrillajes aéreos por el lugar porque era una de las rutas de llegada a la ciudad de Pergamino", pero hasta hoy nunca se había hecho por vía terrestre.

Fernando Pomar (40), su esposa Gabriela Viagrán (36), y sus dos hijas Candelaria y María del Pilar, de 6 y 3 años, estaban desaparecidos desde el 14 de noviembre pasado, cuando salieron con su perro caniche toy desde su casa de la localidad de José Mármol, en Almirante Brown, zona sur del conurbano.

Desde un prinicpio los investigadores sospechaban que la familia se dirigía a Pergamino, de donde era oriunda y residían sus parientes más cercanos. Justamente, las últimas imágenes con vida de los Pomar son secuencias fotográficas tomadas en dos peajes de la ruta 7, en el trayecto que separa Luján de Villa Espil.

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La primera de ellas fue tomada en el peaje de El Rodeo, el sábado 14 de noviembre, a las 19.49, en donde se podía distinguir claramente toda su familia en el vehículo Duna rojo. En la siguiente, tomada a las 20.07, en el peaje de Villa Espil, no se podía ver con claridad a la familia, pero sí a Fernando Pomar realizando un llamativo gesto a una de las cámaras.

Los Pomar recorriendo el trayecto de la ruta 7 que separa a ambos peajes, entre Luján y San Andrés de Giles, en tiempo normal, por lo que en gran medida se descartaba la posibilidad de un secuestro.

Doce días después de la desaparición comenzó a circular también la versión del supuesto hallazgo de una micro señal del teléfono celular que llevaba la familia que se había activado en la zona de Chivilcoy, aunque luego fue desmentida.

En tanto, los investigadores realizaban un allanamiento a la vivienda de José Mármol, ubicada en Ramírez al 2500, en la búsqueda de datos que pudieran determinar qué había ocurrida con la familia.

Los peritos secuestraron una computadora que comenzaron a analizar en cada archivo para encontrar elementos que “una pista de qué pudo pasarles”, según había indicado la fiscal Karina Pollice, en tanto que confirmaban que faltaba un arma de fuego propiedad de Fernando Pomar.

Desde entonces se tejieron todo tipo de hipótesis, aunque los investigadores sostenían que la más fuerte era la de la propia fuga intencional de la familia, aparentemente por motivos laborales de Pomar, aunque no se descartaban un posible homicidio.

Justamente, la madre de Viagrán había confirmado que su hija y su yerno ya no tenían una buena relación y que ella “había comenzado a reaccionar” ante la “violencia verbal” de su marido.

Por otra parte, sostenía que algo debía haberle ocurrido a su hija, porque sólo de esa manera podía explicarse que no se hubiera comunicado en todo ese tiempo en que estuvo desaparecida.

Los cuatro cadáveres fueron hallados a 40 kilómetros de la localidad de Pergamino y, aunque fue confirmado que se trataba del vehículo, faltaba identificar los cuerpos, que se encontraban en avanzado estado de descomposición.