Fue 1 a 0 en el Sur con un gol de cabeza de Víctor López a los 40 minutos del segundo tiempo. Con este resultado, los de Falcioni se mantuvieron primeros con dos puntos de ventaja sobre Newell´s. El domingo, por la última fecha, Banfield va a La Bombonera y los rosarinos reciben a San Lorenzo.
Por: Ezequiel San Martín
EMOCION. Los jugadores de Banfield festejan el gol de Víctor López. (DyN)
El hincha de Banfield pasó por las mil y una en la noche del Sur. Soñó, gritó, alentó, sufrió y hasta lloró, primero por impotencia y después de felicidad. Pasó de imaginarse campeón a pensar que todo estaba perdido y nuevamente a gritar y cantar por un título que está a la vuelta de la esquina. O mejor dicho a uno pocos kilómetros, apenas cruzando el Riachuelo. El Taladro le ganó 1-0 a Tigre y el domingo puede ser campeón en La Bombonera si gana o suma lo mismo o más que Newell's.
El sueño comenzó a forjarse desde temprano, antes de que Newell's se metiera en el Bosque para enfrentar a un Lobo poco feroz. Los goles de Formica y Boghossian apagaron la algarabía y le postergaron al Taladro el sueño de campeón, pero también le metieron una presión que durante varios minutos pareció no soportar.
Al igual que ante Racing, a Banfield le costó muchísimo salir al campo de su estadio repleto y ser protagonista. Aquella vez, la historia fue traumática y sembró de incertidumbre a un equipo que venía firme con el sueño intacto pero que chocó con un planteo inteligente y letal. Con Tigre, el peor equipo del campeonato, el fantasma volvió a aparecer. Pero la historia no se repitió.
Banfield se encontró con un Tigre que no intentó jugar en ningún momento, pero que con poco supo aguantar. En pocos minutos descubrió que su propio rival no era otro que el propio equipo de Falcioni, nervioso y con menos ideas aún que el de Cagna. Se notó. El Taladro se nubló y ni Santiago Silva, en su mejor campeonato, pudo salir de la apatía para romper con la modorra.
Walter Erviti no aparecía y a los delanteros les llegaba muy sucia la pelota. Los intentos más claros llegaban por intermedio del colombiano James Rodríguez, quien hasta clavó un tiro en el travesaño. Pero nada más que eso. El fondo, claro estaba, no sufría contra un Tigre que hace rato perdió el fútbol y hasta parece haberse olvidado de cómo atacar y hacer goles.
Fueron 80 los minutos que Banfield tuvo que sufrir hasta el momento del éxtasis total. A diez del final del partido, Erviti tiró un centro desde la izquierda y Víctor López se puso la capa, se elevó y cabeceó al ángulo para marcar el gol de la ilusión, del desahogo y quizás el del campeonato. Toque suave de Daniel Islas, que no pudo despejar y 1-0 para el Taladro.
Por un rato tembló Banfield y gran parte de la zona Sur. Pasaron algunos minutos en los que la algarabía no disminuyó y llegó el momento del desahogo final. Y de un grito que salió de las gargantas de los 30 mil hinchas, que seguramente volvieron a su casa cantando y que estarán, hasta el domingo diciendo que "en la cancha de Boca vamos a ganar y la vuelta y la vuelta vamos a dar".
Nada más cierto, porque si Banfield gana en La Boca, el domingo puede gritar campeón por primera vez en la historia, emulando a Lanús, su clásico rival, que en 2006 consiguió la misma hazaña en idéntico estadio. Hoy y hasta que la pelota empiece a rodar, el Taladro le lleva dos puntos a un Newell's que será local ante San Lorenzo y que buscará birlarle el título a los de Falcioni. Quedan pocas horas para saber la verdad. Mientras, la punta se tiñe de dos colores: el verde y el blanco.
El sueño comenzó a forjarse desde temprano, antes de que Newell's se metiera en el Bosque para enfrentar a un Lobo poco feroz. Los goles de Formica y Boghossian apagaron la algarabía y le postergaron al Taladro el sueño de campeón, pero también le metieron una presión que durante varios minutos pareció no soportar.
Al igual que ante Racing, a Banfield le costó muchísimo salir al campo de su estadio repleto y ser protagonista. Aquella vez, la historia fue traumática y sembró de incertidumbre a un equipo que venía firme con el sueño intacto pero que chocó con un planteo inteligente y letal. Con Tigre, el peor equipo del campeonato, el fantasma volvió a aparecer. Pero la historia no se repitió.
Banfield se encontró con un Tigre que no intentó jugar en ningún momento, pero que con poco supo aguantar. En pocos minutos descubrió que su propio rival no era otro que el propio equipo de Falcioni, nervioso y con menos ideas aún que el de Cagna. Se notó. El Taladro se nubló y ni Santiago Silva, en su mejor campeonato, pudo salir de la apatía para romper con la modorra.
Walter Erviti no aparecía y a los delanteros les llegaba muy sucia la pelota. Los intentos más claros llegaban por intermedio del colombiano James Rodríguez, quien hasta clavó un tiro en el travesaño. Pero nada más que eso. El fondo, claro estaba, no sufría contra un Tigre que hace rato perdió el fútbol y hasta parece haberse olvidado de cómo atacar y hacer goles.
Fueron 80 los minutos que Banfield tuvo que sufrir hasta el momento del éxtasis total. A diez del final del partido, Erviti tiró un centro desde la izquierda y Víctor López se puso la capa, se elevó y cabeceó al ángulo para marcar el gol de la ilusión, del desahogo y quizás el del campeonato. Toque suave de Daniel Islas, que no pudo despejar y 1-0 para el Taladro.
Por un rato tembló Banfield y gran parte de la zona Sur. Pasaron algunos minutos en los que la algarabía no disminuyó y llegó el momento del desahogo final. Y de un grito que salió de las gargantas de los 30 mil hinchas, que seguramente volvieron a su casa cantando y que estarán, hasta el domingo diciendo que "en la cancha de Boca vamos a ganar y la vuelta y la vuelta vamos a dar".
Nada más cierto, porque si Banfield gana en La Boca, el domingo puede gritar campeón por primera vez en la historia, emulando a Lanús, su clásico rival, que en 2006 consiguió la misma hazaña en idéntico estadio. Hoy y hasta que la pelota empiece a rodar, el Taladro le lleva dos puntos a un Newell's que será local ante San Lorenzo y que buscará birlarle el título a los de Falcioni. Quedan pocas horas para saber la verdad. Mientras, la punta se tiñe de dos colores: el verde y el blanco.
clarin.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Animate a comentar
Tus comentarios nos ayuda a seguir !!!