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Belgrano jugó el mejor partido de los últimos tiempos, pero perdió 1 a 0 con Central en el encuentro de ida de la promoción. Hubo una multitud en Alberdi. Los celestes terminaron con uno menos por la expulsión de Berza. El domingo va la revancha en Rosario, a las 16.45.
Gabriel Rodríguez
grodriguez@lmcordoba.com.ar
Cuesta entenderlo, pero el fútbol es así. No siempre gana el mejor. Y por eso es el deporte más ilógico que existe. Y por eso también es lindo.
Belgrano perdió la oportunidad, aunque no sabemos si con esta derrota dejó escapar toda posibilidad de ascender. Lo que es seguro, es que perdió la chance de llegar a Rosario con un resultado abierto, pues el 1 a 0 con el que le ganó Rosario Central suena como mucho premio para un equipo que hizo poco, y a su vez demasiado castigo para otro que hizo las cosas bien, o mejor de lo que lo venía haciendo.
Esto es la promoción. Donde se miden dos fuerzas que van por un solo objetivo: el lugar preciado en Primera. El que viene de allí lleva todas las de ganar, el que viene de abajo no tiene más obligaciones que aquél.
Pero la gente quiere ascender. Nadie podrá quitarle ese sueño. En la previa se pensaba que las diferencias entre uno y otro podrían marcarse, pero fue al revés: la diferencia en la cancha y en el juego la marcó Belgrano, porque debe haber jugado el mejor partido del año, el mejor desde que está Omar Labruna pero no ganó. La diferencia en el resultado la marcó Central con un golazo de otro partido, de otro estadio, de otro país y hasta de otro planeta.
¿Por qué perdió Belgrano? Porque no convirtió. Antes le pedíamos que jugara bien y pateara al arco, lo hizo aunque no logró establecer esas situaciones en la red.
¿Por qué ganó Central? Porque jugó a lo Belgrano esta temporada: mal y casi sin patear al arco. Lo hizo dos veces, marcó un gol y cuando le llegaron su arquero fue figura. ¿O Belgrano no sacó muchísimos resultados así?
Lo planteó bien al partido Omar Labruna. Lo fue a buscar. Logró armar un importante circuito futbolístico en el tándem, Maldonado-Vázquez, apoyado en el gran despliegue de Adrián Maidana, convertido en “guapo” al pelearle cara a cara cada pelota y cada gesto al “Kily” González. También pudo conformar una firmes defensa sin Novaretti, destacándose la gran labor de Berza, quien tiró por la borda todo lo aceptable que realizó haciéndose expulsar cuando ya tenía amarilla. Y si Mansanelli estaba en su tarde, otra podría haber sido la historia.
Central dependió de sus individualidades pero ninguna apareció: González fue “tragado” por Maidana, muy poco casi nada de Moreno y Fabianesi, flojo lo de Zelaya, manteniéndose en juego por la labor de Méndez, un viejo conocido de Labruna en su etapa de Olimpo de Bahía Blanca, y del movedizo Franzoia.
Avisó Central a los 3 cuando Moreno y Fabianesi desairó a Lollo y tiró un derechazo que se perdió por poco. Desde ahí fue todo de Belgrano: el campo, la pelota, las situaciones pero chocó con su impericia para marcar y con la seguridad de un arquero no tan seguro como Broun.
Le sacó con mano cambiada un zurdazo a Vázquez a los 5’; a los 13’ Bustos “fusiló” a un rival al que la pelota le pegó en la mano y Beligoy cobró córner; a los 15’ el arquero le tapa un cabezazo a Berza y a los 44’ Bustos recibió un pase de Pautasso aunque definió muy alto.
En el medio, Franzoia volvió a dejar en el camino a Lollo y su centro a rastrón era gol, pero Maldonado se recuperó y salvó ante la entrada de Zelaya.
En el complemento y a los 3’ un tiro de esquina de Central fue despejado al medio del arco. Ahí estaba Méndez, quien agarró el balón de aire, como venía para clavar un golazo al ángulo de Olave. 1 a 0.
Eso fue lo último de Central, que le alcanzó y cómo para ganar.
Bustos de cabeza y sólo sobre los 10 no pudo con Broun; a los 34’ Chavarría quedó en las barbas de Broun y entre éste y un defensor le ganaron la pelota aunque todos pidieron penal; y a los 42’ Bustos tuvo el empate, pero demoró en reaccionar para ejecutar al arquero con el que seguramente habrá soñado anoche.
No siempre gana el mejor, por eso perdió Belgrano que ahora deberá rezar un “Rosario” para tratar de lograr la hazaña en Arroyito.
Belgrano perdió la oportunidad, aunque no sabemos si con esta derrota dejó escapar toda posibilidad de ascender. Lo que es seguro, es que perdió la chance de llegar a Rosario con un resultado abierto, pues el 1 a 0 con el que le ganó Rosario Central suena como mucho premio para un equipo que hizo poco, y a su vez demasiado castigo para otro que hizo las cosas bien, o mejor de lo que lo venía haciendo.
Esto es la promoción. Donde se miden dos fuerzas que van por un solo objetivo: el lugar preciado en Primera. El que viene de allí lleva todas las de ganar, el que viene de abajo no tiene más obligaciones que aquél.
Pero la gente quiere ascender. Nadie podrá quitarle ese sueño. En la previa se pensaba que las diferencias entre uno y otro podrían marcarse, pero fue al revés: la diferencia en la cancha y en el juego la marcó Belgrano, porque debe haber jugado el mejor partido del año, el mejor desde que está Omar Labruna pero no ganó. La diferencia en el resultado la marcó Central con un golazo de otro partido, de otro estadio, de otro país y hasta de otro planeta.
¿Por qué perdió Belgrano? Porque no convirtió. Antes le pedíamos que jugara bien y pateara al arco, lo hizo aunque no logró establecer esas situaciones en la red.
¿Por qué ganó Central? Porque jugó a lo Belgrano esta temporada: mal y casi sin patear al arco. Lo hizo dos veces, marcó un gol y cuando le llegaron su arquero fue figura. ¿O Belgrano no sacó muchísimos resultados así?
Lo planteó bien al partido Omar Labruna. Lo fue a buscar. Logró armar un importante circuito futbolístico en el tándem, Maldonado-Vázquez, apoyado en el gran despliegue de Adrián Maidana, convertido en “guapo” al pelearle cara a cara cada pelota y cada gesto al “Kily” González. También pudo conformar una firmes defensa sin Novaretti, destacándose la gran labor de Berza, quien tiró por la borda todo lo aceptable que realizó haciéndose expulsar cuando ya tenía amarilla. Y si Mansanelli estaba en su tarde, otra podría haber sido la historia.
Central dependió de sus individualidades pero ninguna apareció: González fue “tragado” por Maidana, muy poco casi nada de Moreno y Fabianesi, flojo lo de Zelaya, manteniéndose en juego por la labor de Méndez, un viejo conocido de Labruna en su etapa de Olimpo de Bahía Blanca, y del movedizo Franzoia.
Avisó Central a los 3 cuando Moreno y Fabianesi desairó a Lollo y tiró un derechazo que se perdió por poco. Desde ahí fue todo de Belgrano: el campo, la pelota, las situaciones pero chocó con su impericia para marcar y con la seguridad de un arquero no tan seguro como Broun.
Le sacó con mano cambiada un zurdazo a Vázquez a los 5’; a los 13’ Bustos “fusiló” a un rival al que la pelota le pegó en la mano y Beligoy cobró córner; a los 15’ el arquero le tapa un cabezazo a Berza y a los 44’ Bustos recibió un pase de Pautasso aunque definió muy alto.
En el medio, Franzoia volvió a dejar en el camino a Lollo y su centro a rastrón era gol, pero Maldonado se recuperó y salvó ante la entrada de Zelaya.
En el complemento y a los 3’ un tiro de esquina de Central fue despejado al medio del arco. Ahí estaba Méndez, quien agarró el balón de aire, como venía para clavar un golazo al ángulo de Olave. 1 a 0.
Eso fue lo último de Central, que le alcanzó y cómo para ganar.
Bustos de cabeza y sólo sobre los 10 no pudo con Broun; a los 34’ Chavarría quedó en las barbas de Broun y entre éste y un defensor le ganaron la pelota aunque todos pidieron penal; y a los 42’ Bustos tuvo el empate, pero demoró en reaccionar para ejecutar al arquero con el que seguramente habrá soñado anoche.
No siempre gana el mejor, por eso perdió Belgrano que ahora deberá rezar un “Rosario” para tratar de lograr la hazaña en Arroyito.
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