Audio a tu medida

Guía práctica

Todo lo que tenés que saber para elegir el sistema de sonido perfecto para tu casa: el espacio donde se lo ubicará, decodificadores, conexiones, cantidad de parlantes, equipos para música y cine. Con ejemplos ilustrativos

Foto: SIMON CHAVEZ

Audio a tu medida

Es una frase muy vieja, pero sirve. ¿Usted iría a hacer las compras al mercado con un Rolls Royce? Supongo que si uno tuviera la plata tal vez lo haría, pero en términos de probabilidades, esto no será así. Más allá de gustos, sobre lo que se supone que no hay nada escrito -aunque sí lo hay y mucho-, ¿cuál es el equipo de audio ideal para mis necesidades? ¿Es válido comprar un minicomponente con potencia total de salida superior a los 1000 W RMS cuando se vive en un monoambiente de 35 m2? ¿Qué le tendría que comprar a mis hijos de regalo de cumpleaños para que escuchen sus archivos MP3?

Son tan variadas las propuestas de equipos en precio y calidad que en general tenemos que pensar en función de las necesidades, los gustos personales por una marca y el entorno donde estará colocado el sistema de audio en el momento de decidir la compra. También, otro tema para pensar es si el audio será exclusivamente para música o como complemento de una buena pantalla o televisión. No siempre será vital que el sistema de parlantes esté compuesto por 5 tweeters y un subwoofer.
El sitio de la música

Cuando pensamos en un lugar donde colocaremos nuestra orquesta privada tenemos que tener en consideración dos aspectos, uno estrictamente arquitectónico y otro acústico.

Los expertos aconsejan que no convienen salas donde la planta sea un cuadrado. Ayuda a los rebotes indeseados del sonido o reverberaciones. Por supuesto que hay veces que no tenemos más remedio que colocar allí los parlantes.

Tampoco son aconsejables las superficies perfectamente lisas, como grandes ventanales. Para esto, un cortinado de una tela espesa puede ser la solución. Grandes cuadros con vidrio tampoco ayudan.

Tenemos que pensar en insonorizar el ambiente. Que no entren sonidos del exterior ni salgan los que nosotros producimos. Lo primero es para asegurar nuestro goce melómano. Lo segundo, para mantener una buena vecindad.

Aquí, entra a tallar la primera de las características por considerar, la potencia que aceptan los parlantes. Una unidad que la refleja más fielmente es el watt RMS -siglas de root mean square -, a diferencia del watt PMPO -de Peak Music Power Output , aunque hay otras traducciones- que, en general, refleja sólo una herramienta de marketing. Aunque tenga muy buen aspecto y la plata para la adquisición, un sistema de home theater de 1500 W RMS no es lo aconsejable para un departamento.

Ya que nombramos a los home theaters, unos breves consejos de la distribución de los parlantes. Si tenemos una composición 5.1, es decir cinco unidades para sonidos agudos y medios y un subwoofer, generalmente los primeros serán 2 frontales, 2 posteriores y uno central. Los 2 posteriores conviene colocarlos a la altura de la cabeza del oyente. El subwoofer, en el suelo, sin importar demasiado su ubicación, aunque separado por lo menos 30 cm de la pared. Donde suponemos no vamos a tropezar con él.

¿5.1, 6.1, 7.2? Como pudimos deducir, estos pares de números en los sistemas de parlantes asociados a un home theater o un receiver marcan la cantidad de parlantes para agudos y de subwoofers.

La forma que una música es comprimida a varios canales o parlantes, para generar sonido envolvente, es un sistema de decodificación. Algunos de los más conocidos, Dolby Digital, Dolby Ex, Pro Logic y Pro Logic II.

Una consideración para entrar en el análisis en el momento de la elección. Si lo que se busca escuchar es sólo música, que en general sale del CD en dos canales, comprar un home theater es innecesario. Por otra parte, una película en 5.1 requerirá de la cantidad de parlantes similar para conseguir el sonido envolvente en su máxima expresión. Prestar atención a la configuración de los altavoces en un home theater. Muchas veces por un mal seteado el 5.1 se emite como si fuera 2.1.
¿Micro, mini, HTiB?

¿Con qué me quedo? Aunque el presupuesto en definitiva es el que manda muchas veces, veamos cuáles son los diferentes tipos de sistemas.

Los microcomponentes, en general los más baratos, son sistemas 2.1, a veces compactos, que tienen una potencia no mayor de 50 W RMS, sin sonido envolvente y a veces conectores o puertos especiales para reproductores MP3 y MP4.

Le siguen en precio y potencia los minicomponentes. Con por los menos 100 W RMS pueden incluir sistemas de parlantes 5.1 o 6.2. En algunos casos incluyen funciones de ripeado directo a USB sin tener que conectarlos a una computadora. Pueden tener bandejas para 3 o más CD y casi no se encuentran con caseteras.

En muchos casos la diferencia entre un mini y micro difiere por marca, y los precios pueden solaparse.

Los HTiB -siglas en inglés de home theater in a box- son equipos armados por una marca y que comprenden el reproductor, el amplificador y los parlantes. Pueden tener precios y potencias similares a los minicomponentes.

Pero los home theaters y equipos de audio high end pueden ser armados por los propios aficionados al sonido excelso. En este caso, los parlantes, los receiver (o sintoamplificadores) y el reproductor de CD o DVD pueden ser de diferentes marcas. Este es el paraíso de los melómanos que tienen bolsillos llenos.

Casi no tienen techo los valores que pueden alcanzar estos equipos con varios parlantes unidos por el usuario conocedor.

Aunque no muy extendido, pese a haberse lanzado al mercado hace más de una década, el formato SACD (siglas de Super Audio CD) es excelente para los oídos exigentes. Una búsqueda en Amazon nos permite describir sólo unos 5000 discos a la venta con esta tecnología.
Cuidado con el cable

Hay varios modos de transmitir una señal de audio, a veces también juntamente con la de video. Puede ser una interfaz analógica o digital.

En la primera el cable puede tener dos canales, cada uno terminando en un conector RCA en blanco o negro para los parlantes izquierdos y rojo para los derechos. Estos colores son convencionales y pueden invertirse. Una señal de audio digital puede tener una interfaz llamada S/PDIF (por Sony Philips Digital Interconnect Format).

Pero en los últimos tiempos, y sobre todo con la resolución de la guerra de los formatos de alta definición a favor del Blu-ray, se comienza a popularizar una interfaz de audio que también transmite video y otros datos. A la gran capacidad del caño , suma la eliminación de cables, ya que todos los canales van por uno solo. Nos referimos al HDMI (High Definition Multimedia Interface).

Es un cable que permite hasta 8 canales de audio.

No olvidemos que el equipo de audio es un sistema y el producto final que sale, la música que disfrutamos, es un resultado de todas las partes componentes. Parlantes, receiver, mini o microcomponente y el reproductor son importantes. Pero también los cables. Y a veces no se les da la debida importancia.

Para equipos que cuestan varios cientos o miles de pesos, a veces llama la atención que la calidad general de sus cables no acompañe a la de sus otras partes.

Manuel H. Castrillón La Nacion