El hecho ocurrió anoche en Floresta, cuando un hombre atacó a tiros a tres ladrones que habían interceptado a su hijo en la vereda. |
Un jubilado de 68 años que anoche mató a dos delincuentes y baleó a otro cuando entraron a robar a su casa del barrio de Floresta continuabadeclarando ante la jueza María Fontbona de Pombo, quien deberá resolver su situación procesal.
El hombre, identificado como Eduardo Sanssone, permanece en el despacho de la magistrada junto a su abogado particular.
En tanto, los investigadores creen que los tres delincuentes baleados por Sanssone intentaron minutos antes de ese hecho realizar un asalto similar en la casa de un chico de 14 años al que capturaron en la calle.
Según los investigadores, todo comenzó cerca de las 23 de anoche cuando tres ladrones armados, que se movilizaban en un Peugeot 206 robado, sorprendieron a un joven de unos 25 años que esperaba a un amigo en la puerta de su casa en la calle San Nicolás al 1600, del barrio porteño de Floresta.
Dentro de la casa estaba el padre del joven, un jubilado que miraba televisión, cuando de pronto ingresó su hijo junto a los tres ladrones a punta de pistola.
Según fuentes de la investigación, los delincuentes se pusieron muy violentos e insistieron en exigir dinero y joyas.
Dos de los ladrones subieron al primer piso de la casa con el joven como rehén, mientras el otro se quedó apuntando con su arma en el living al padre del muchacho, quien aparentemente forcejeó con el ladrón y pudo sacar su arma personal con la que efectuó dos disparos.
"Sacó una pistola Bersa calibre 9 milímetros que tenía guardada dentro de un armario y disparó contra el delincuente", dijo a Télam un jefe policial.
Al escuchar las detonaciones, los otros dos ladrones bajaron y fueron recibidos a los tiros.
Así fue que dos de los delincuentes murieron en el instante y el tercero fue trasladado gravemente herido al hospital Vélez Sarsfield con dos impactos de bala en el pecho.
Los vecinos alertaron al teléfono 911 y personal de la comisaría 43 llegó al lugar pocos minutos después, donde encontraron a los dos asaltantes muertos dentro de la casa.
La policía demoró al jubilado e incautó su arma por orden de la jueza Fontbona de Pombo.
En tanto, los investigadores creen que antes de cometer este hecho, los ladrones capturaron a otro adolescente de 14 años a quien pretendieron llevar hasta su casa y robarle, pero finalmente decidieron liberarlo.
"Me revolearon, me dijeron 'subí' y adentro (del auto) me pusieron el arma y me dijeron que coopere. Les decía dónde era mi casa y no conocían las calles. Me preguntaban todo, cómo era la casa, cómo era mi familia", dijo la víctima, llamada Jenko.
"Me decían que no los mire, que no haga la denuncia. Me amenazaban de muerte todo el tiempo y me decían que si no cooperaba o gritaba, me mataban", agregó.
El chico señaló que los ladrones "estaban tranquilos" que "tendrían veintipico de años".
La víctima explicó que cuando llegaron en el auto a su casa, alrededor de las 22.30 o 22.45, el robo se frustró porque vieron que sus padres salían de la vivienda.
El hombre, identificado como Eduardo Sanssone, permanece en el despacho de la magistrada junto a su abogado particular.
En tanto, los investigadores creen que los tres delincuentes baleados por Sanssone intentaron minutos antes de ese hecho realizar un asalto similar en la casa de un chico de 14 años al que capturaron en la calle.
Según los investigadores, todo comenzó cerca de las 23 de anoche cuando tres ladrones armados, que se movilizaban en un Peugeot 206 robado, sorprendieron a un joven de unos 25 años que esperaba a un amigo en la puerta de su casa en la calle San Nicolás al 1600, del barrio porteño de Floresta.
Dentro de la casa estaba el padre del joven, un jubilado que miraba televisión, cuando de pronto ingresó su hijo junto a los tres ladrones a punta de pistola.
Según fuentes de la investigación, los delincuentes se pusieron muy violentos e insistieron en exigir dinero y joyas.
Dos de los ladrones subieron al primer piso de la casa con el joven como rehén, mientras el otro se quedó apuntando con su arma en el living al padre del muchacho, quien aparentemente forcejeó con el ladrón y pudo sacar su arma personal con la que efectuó dos disparos.
"Sacó una pistola Bersa calibre 9 milímetros que tenía guardada dentro de un armario y disparó contra el delincuente", dijo a Télam un jefe policial.
Al escuchar las detonaciones, los otros dos ladrones bajaron y fueron recibidos a los tiros.
Así fue que dos de los delincuentes murieron en el instante y el tercero fue trasladado gravemente herido al hospital Vélez Sarsfield con dos impactos de bala en el pecho.
Los vecinos alertaron al teléfono 911 y personal de la comisaría 43 llegó al lugar pocos minutos después, donde encontraron a los dos asaltantes muertos dentro de la casa.
La policía demoró al jubilado e incautó su arma por orden de la jueza Fontbona de Pombo.
En tanto, los investigadores creen que antes de cometer este hecho, los ladrones capturaron a otro adolescente de 14 años a quien pretendieron llevar hasta su casa y robarle, pero finalmente decidieron liberarlo.
"Me revolearon, me dijeron 'subí' y adentro (del auto) me pusieron el arma y me dijeron que coopere. Les decía dónde era mi casa y no conocían las calles. Me preguntaban todo, cómo era la casa, cómo era mi familia", dijo la víctima, llamada Jenko.
"Me decían que no los mire, que no haga la denuncia. Me amenazaban de muerte todo el tiempo y me decían que si no cooperaba o gritaba, me mataban", agregó.
El chico señaló que los ladrones "estaban tranquilos" que "tendrían veintipico de años".
La víctima explicó que cuando llegaron en el auto a su casa, alrededor de las 22.30 o 22.45, el robo se frustró porque vieron que sus padres salían de la vivienda.
Télam |