30-07-2009 / Los dirigidos por Alfio Basile vencieron por penales a los italianos y se quedaron con el tercer puesto de la Audi Cup. El brasileño Thiago Silva había convertido el 1-0 para el gigante italiano pero Lucas Viatri anotó la igualdad de cabeza. A continuación, Bayern Munich y Manchester United definen el título.
El Pato atajó dos penales y le dio el tercer puesto a Boca.
Boca encontró en los penales el primer triunfo de la segunda era de Alfio Basile. En la definición por el tercer puesto de la Audi Cup, en Alemania, los xeneizes vencieron desde los doce pasos al gigante italiano, tras empatar 1-1 en los 90 minutos. El primer tanto del partido, a los 27 minutos de juego, llegó para los europeos, por intermedio del brasileño Thiago Silva, quien conectó en el área chica una jugada por el sector izquierdo.
El partido tuvo mucho de amistoso. Poca velocidad, toda la intensión de consumir la menor cantidad de energías posibles y algún contraataque cuando el rival lo permitía. En la segunda etapa, el Coco mandó a la cancha a los titulares. Ingresaron Martín Palermo, Juan Román Riquelme, Sebastián Battaglia, Federico Insúa y Gary Medel, los dos últimos quienes se sumaron hace poco al conjunto de La Boca.
Con el ingreso de los nombres de peso, Boca le cambió la cara al partido. Algunas llegadas de peligro, insinuaciones de Román y alguna sociedad con el Pocho mostraron lo que será el nuevo equipo del DT de la voz gruesa. Cuando parecía que el partido se moría llegó un centro desde la izquierda que conectó Lucas Viatri para robarle del bolsillo la victoria a Milan y mandar el encuentro a los penales.
Allì, Roberto Abbondanzieri hizo recordar viejas épocas donde atajó penales claves y con dos detenciones le dio el triunfo y el tercer lugar a Boca. Buen balance para el Coco y sus dirigidos en esta gira de pretemporada que sumó minutos y muchos billetes frescos para la entidad de la Ribera.
El debut. Es cierto que una derrota no es la mejor manera de arrancar un ciclo. Pero también es verdadero que hay momentos y situaciones en los que lo que cuenta no es tanto el resultado sino más bien la forma. Y Boca, pese a haber caído 2-1 frente a Manchester United en el regreso de Alfio Basile al banco xeneize, pudo salir del estadio Allianz Arena con la frente en alto.
Porque jugó de igual a igual frente al último ganador del Mundial de Clubes y bicampeón de la mejor liga del mundo. Porque era el primer encuentro de la pretemporada, contra el cuarto del rival. Y porque respetó una idea de juego y terminó arriconando a los ingleses contra su arquero.
¿Por qué, entonces, el conjunto de la Ribera se quedó fuera de la final de la Audi Cup? La explicación hay que buscarla en el primer tiempo. Durante la etapa inicial, al equipo del Coco le costó mucho ordenarse, sobre todo en la mitad de la cancha, y la defensa sufrió mucho ante cada ataque por las bandas. Ambos problemas lógicos, si se considera que entre los titulares hubieron tres debutantes (de los cuales dos están con el grupo hace menos de una semana).
Desacoples. Con Insúa y Leandro Díaz por las bandas, Battaglia quedaba muy solo para la contención. Porque el Pocho tendía a cerrarse al medio para juntarse con Riquelme (mostraron chispazos interesantes) y al ex Huracán, por momentos, le costó encontrar su lugar en la cancha. Medel, el otro nuevo, intentaba proyectarse por la derecha pero no conseguía tapar los huecos que dejaban los volantes.
Más allá de esto, el arco xeneize no corría riesgos. Hasta que Anderson clavó un tiro libre tremendo en el ángulo y el partido se abrió. Abbondanzieri le tapó un mano a mano a Rooney, pero sobre el final de la etapa, al Pato se le escurrió por abajo un remate de Valencia y Manchester se escapó en el resultado.
En la segunda parte, Boca creció. Los laterales comenzaron a desprenderse, Mouche aportó pimienta desde el banco y, de la mano de la dupla creativa, el peligro comenzó a rondar el área de Kuszczak. Sin embargo, el conjunto inglés armó una muralla que fue muy difícil de franquear para los atacantes xeneizes, salvo en la gran jugada colectiva que derivó en el gol de Insúa.
Pudo empatarlo el equipo argentino, pero el travesaño dijo no tras un rechazo desafortunado de Cathcart. Sin embargo, más allá del resultado final, quedó claro que hay material para ilusionarse.
Fuente: UOL
El partido tuvo mucho de amistoso. Poca velocidad, toda la intensión de consumir la menor cantidad de energías posibles y algún contraataque cuando el rival lo permitía. En la segunda etapa, el Coco mandó a la cancha a los titulares. Ingresaron Martín Palermo, Juan Román Riquelme, Sebastián Battaglia, Federico Insúa y Gary Medel, los dos últimos quienes se sumaron hace poco al conjunto de La Boca.
Con el ingreso de los nombres de peso, Boca le cambió la cara al partido. Algunas llegadas de peligro, insinuaciones de Román y alguna sociedad con el Pocho mostraron lo que será el nuevo equipo del DT de la voz gruesa. Cuando parecía que el partido se moría llegó un centro desde la izquierda que conectó Lucas Viatri para robarle del bolsillo la victoria a Milan y mandar el encuentro a los penales.
Allì, Roberto Abbondanzieri hizo recordar viejas épocas donde atajó penales claves y con dos detenciones le dio el triunfo y el tercer lugar a Boca. Buen balance para el Coco y sus dirigidos en esta gira de pretemporada que sumó minutos y muchos billetes frescos para la entidad de la Ribera.
El debut. Es cierto que una derrota no es la mejor manera de arrancar un ciclo. Pero también es verdadero que hay momentos y situaciones en los que lo que cuenta no es tanto el resultado sino más bien la forma. Y Boca, pese a haber caído 2-1 frente a Manchester United en el regreso de Alfio Basile al banco xeneize, pudo salir del estadio Allianz Arena con la frente en alto.
Porque jugó de igual a igual frente al último ganador del Mundial de Clubes y bicampeón de la mejor liga del mundo. Porque era el primer encuentro de la pretemporada, contra el cuarto del rival. Y porque respetó una idea de juego y terminó arriconando a los ingleses contra su arquero.
¿Por qué, entonces, el conjunto de la Ribera se quedó fuera de la final de la Audi Cup? La explicación hay que buscarla en el primer tiempo. Durante la etapa inicial, al equipo del Coco le costó mucho ordenarse, sobre todo en la mitad de la cancha, y la defensa sufrió mucho ante cada ataque por las bandas. Ambos problemas lógicos, si se considera que entre los titulares hubieron tres debutantes (de los cuales dos están con el grupo hace menos de una semana).
Desacoples. Con Insúa y Leandro Díaz por las bandas, Battaglia quedaba muy solo para la contención. Porque el Pocho tendía a cerrarse al medio para juntarse con Riquelme (mostraron chispazos interesantes) y al ex Huracán, por momentos, le costó encontrar su lugar en la cancha. Medel, el otro nuevo, intentaba proyectarse por la derecha pero no conseguía tapar los huecos que dejaban los volantes.
Más allá de esto, el arco xeneize no corría riesgos. Hasta que Anderson clavó un tiro libre tremendo en el ángulo y el partido se abrió. Abbondanzieri le tapó un mano a mano a Rooney, pero sobre el final de la etapa, al Pato se le escurrió por abajo un remate de Valencia y Manchester se escapó en el resultado.
En la segunda parte, Boca creció. Los laterales comenzaron a desprenderse, Mouche aportó pimienta desde el banco y, de la mano de la dupla creativa, el peligro comenzó a rondar el área de Kuszczak. Sin embargo, el conjunto inglés armó una muralla que fue muy difícil de franquear para los atacantes xeneizes, salvo en la gran jugada colectiva que derivó en el gol de Insúa.
Pudo empatarlo el equipo argentino, pero el travesaño dijo no tras un rechazo desafortunado de Cathcart. Sin embargo, más allá del resultado final, quedó claro que hay material para ilusionarse.
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